SOBRE ESTE POETA QUE OS ESCRIBE

Que manía tienen algunas personas de creer que los poetas, poco menos, somos una mezcla de María Teresa de Calcuta y el Ángel exterminador. Yo soy un hombre normal que camina por la tierra al lado de otros, busco los mismos objetivos, tengo los mismos sentimientos que cualquier otra persona que camine a mi lado. Me equivoco de igual manera y yerro todos los días, pues respiro como cualquier ser vivo de la tierra.
Llevo en mi pecho, grabado a fuego, el sentido materialista de las civilizaciones, la patria donde laboro, cada día, las mismas cosas que mis semejantes. Me marcan, mis metas, las leyes y los fueros, el Dios omnipresente de otros y los códigos de la física y las matemáticas, que ordenan, para la labor de lo vivido, los labios del crepúsculo y los sin sabores de la amanecida.
Me enamoro, me desamoro y sigo en el camino. Me fastidian los orgasmos fingidos, la poesía rota, los dioses de barro y el euro que persigo para seguir en la vereda que me ha marcado la vida y mis semejantes.