Cada mochuelo a su olivo
CADA MOCHUELO A SU OLIVO.
Ya se acabaron las Navidades, los turrones, los regalos y los excesos. Y como decía mi padre cuando era pequeña: “ahora, cada mochuelo a su olivo”. Los de fuera se van y los que nos quedamos nos vamos ordenando y en las casas los niños vuelven al colegio, bendito colegio y benditos profesores. Los adolescentes al instituto y en su defecto al bar de enfrente del instituto para contar sus batallitas de las noches locas de Navidad y nosotros, los padres, contando las nuestras en el trabajo. Ya está todo en orden,se acabó la vida loca y con nuestros regalos de reyes estrenados empezamos de nuevo con las clases, las notas, las pagas y todas esas cosas del día a día, que en vacaciones se te olvidan.
En vacaciones de Navidad por lo general se te olvida todo, sino no habría disfrute, y te vienes arriba con el turrón y las fiestas, pero la dura realidad está ahí fuera: En el día 8 de enero, cuando vuelves a ser consciente de que tu hija ha suspendido todas las que tienen libro, que tienes que volver a pelear a las 6: 45 am para despertarla, y te das cuenta de que ya se acabaron sus sonrisas y que estas no volverán hasta el pre-fin de año del año que viene.
Ahora empieza el Rock and Roll, un trimestre corto e intenso para recuperar todo lo perdido e intentar mantener el tipo. Un trimestre en el que ya no te permites vivir tan engañada como en el primero, por lo que la tensión en casa crece. Además no hay mucho puente ni festivo para evadirte un poco del día a día. Y aunque el 8 de enero tiene sus cosas buenas por fin una mañana para ti sól@, por fin los hijos vuelven al cole…También las tiene malas es el Inicio de la cuenta atrás, hasta las deseadas y en ocasiones demasiado largas Vacaciones de Verano, la cuenta atrás para estudiar y aprobar, la cuenta atrás para adelgazar y ponerse el bañador, la cuenta atrás para la próxima extra… La cuenta atrás para todo.
Pero antes de empezar con esa “cuenta atrás“disfrutemos con esta semana detox, como dicen los modernos. Semana sin hijos, sin dulce y sin dinero, pues como dice nuestro presidente ¡Viva el Vino!
Un comentario sobre “Cada mochuelo a su olivo”
Es deprimente, sobre todo con lo que falta para las próximas vacaciones