Vásquez, O’Farrell, Trueba, Carrère, Carrasco y Martín Garzo, autores del año
Otros muchos autores aparecen en la lista final de 2021 de libros en lengua castellana, desde Bergareche a Rafel Nadal, pasando, entre otros, por Aramburu, José Ovejero, Antonio Lucas, Soledad Puértolas, Pilar Quintana, Jonathan Franzen, Daniel Ruiz, Clara Usón, Anne Boyer, Antonio Soler, Mercedes Monmany, Fernanda Ampuero, Anna Stabironets, Douglas Stuart, Ilja Leonard Pfeijffer y Nélida Piñón. Los mejores libros en lengua gallega aparecerán la próximamente.
_________________________________________________________________________________________________________________________
Aunque hacer listas de cualquier cosa es una tarea extraordinariamente difícil, es cierto que los lectores suelen recibir con agrado una selección de los mejores libros en estas fechas navideñas, y, la verdad, ya se ha convertido en una tradición en casi todos los países. Sólo se trata de una opinión, informada, sí, derivada de muchas lecturas realizadas a lo largo del año, pero finalmente cada lector tendrá su visión propia y es necesario respetarla. Confiemos que los títulos que recomendamos aquí puedan servir de cierta orientación. Necesariamente, dado que el espacio es limitado, muchos títulos se quedarán fuera.
Miguel A. Giráldez (crítico literario)
Junto al que muchos críticos consideran uno de los libros del año, ‘Volver la vista atrás’ (Alfaguara), el Premio Bienal Vargas Llosa escrito por el incomparable Juan Gabriel Vásquez, una decisión que compartimos aquí, me gustaría mucho señalar un libro que creo que debe estar en los puestos altos de cualquier lista de los mejores libros de este año. Me refiero a ‘El árbol de los sueños’ (Galaxia Gutenberg), un hermoso viaje cargado de lirismo que sigue las huellas de ‘Las mil y una noches’. Un libro de relatos fantásticos, en los que se entrelaza la historia, el espíritu de la civilización, el universo de las culturas. Este libro es una joya absoluta, un derroche de imágenes, de giros, un continuo zambullirse en las aguas misteriosas de toda la historia de nuestra literatura, y un ejemplo claro de cómo la literatura nos construye, nos alimenta, nos acaricia y a veces nos golpea. Sin duda este es para mí uno de los libros del año.
Dentro del terreno de la ficción (en el que se ha dado esa explosión de la llamada ‘ficción sin ficción’, que tanto ocupó un tiempo a Javier Cercas, entre otros), quiero citar dos libros extranjeros magníficos que también la crítica ha aceptado como obras extraordinarias. El primero es ‘Hamnet’ (Asteroide), tal vez el mejor libro de 2021, al menos entre los que provienen del extranjero, aunque sé que eso es mucho decir. Maggie O’Farrell es ya desde hace tiempo una de las autoras fundamentales en lengua inglesa y esta historia, esta detallada y emotiva reconstrucción de la familia de William Shakespeare, y de la dura existencia de su hijo Hamnet, merece muchísimo la pena. Escrita en estado de gracia, con un estilo perfecto, con un registro delicado, aquí vemos cómo esa muerte prematura sacude el andamiaje familiar de Shakespeare, lo que explica cómo la fragilidad a veces nos invade y nos corroe, como la tragedia a veces nos abraza.
Mis alabanzas vayan también para ‘Yoga’ (Anagrama), de Emmanuele Carrère, igualmente aclamada por la crítica de este año. La literatura personalísima de este hombre es bien conocida, y sin duda sus seguidores son legión desde hace ya mucho tiempo. Este es un libro que habla de un viaje a sus demonios personales. Imprescindible.
Podría señalar muchos libros más, pero me limitaré, por cuestiones de espacio a unos pocos. Desde luego, no puede pasar desapercibido, y comparto la opinión de muchos colegas, ‘Llévame a casa’ (Seix Barral), lo último de Jesús Carrasco. Es uno de los grandes nombres de nuestra literatura, como ya demostró sobradamente con su debut, ‘Intemperie’, en la misma editorial.
La celebración de los cien años del nacimiento de Carmen Laforet ha merecido durante estos meses precedentes nuevos acercamientos a su novela, con la reedición en Destino de ‘Nada’. Resulta imprescindible volver a ella, esta vez con prólogo y epílogo de las últimas ganadoras del Nadal, Najat El Hachmi y Ana Merino (sus recientes novelas, por cierto, ofrecen una mirada renovada y valiente a la realidad). Muy recomendable también, de nuevo en Ediciones Destino, como es natural, ‘El libro de Carmen Laforet (vista por sí misma)’, bajo la supervisión de Agustín Cerezales: se trata de un volumen cuidadísimo, muy hermoso y que hace justicia a la mirada absolutamente contemporánea de Carmen Laforet, y a esta celebración del centenario de la escritora. Laforet sigue diciéndonos mucho sobre nosotros y sobre nuestra historia.
Ya apresuradamente, y, como siempre digo, como quien saca cerezas de un cesto y muchas de ellas se engarzan con otras, permítanme añadir algunos nombres más a esta lista tentativa de lo mejor del año. Apunten también, si les parece, ‘Los vencejos’ (Tusquets), de Aramburu, ‘Buena mar’ (Alfaguara), de Antonio Lucas (y su experiencia en el Gran Sol), ‘La ceniza de la vida’ (Destino), que nos lleva de nuevo a Pla, un prosista imprescindible, muchos de los libros de relatos (algunos de ellos con el perfume de Latinoamérica) publicados por esa editorial que destila pasión por el relato corto, que es Páginas de Espuma, ‘Los ingratos’ (Espasa), de Pedro Simón, ‘Golpes de luz’ (Destino, Xerais) de la siempre imprescindible y necesaria Ledicia Costas. También Franzen (Salamandra), Anne Boyer (Sexto Piso), Xavier Güell y Mercedes Monmany (Galaxia Gutemberg), estos últimos en clave de ensayo, con grandes análisis de la música y la literatura del exilio, y, desde luego, la extraordinaria trilogía de Rafel Nadal, esa Cataluña de la posguerra, esos títulos, ‘Cuando se borran las palabras’ (su nueva obra), ‘Cuando éramos felices’ y ‘Días de champán’., todos ellos en Destino. La recuperación de esta trilogía memorialística, de esta reconstrucción del mundo, es uno de los grandes proyectos editoriales del año.
Si contara con más espacio les hablaría de poesía, cada vez más en alza. Les hablaría también de la que para mí ha sido la mejor y más dinámica editorial en materia de ensayística contemporánea y libro político, Capitán Swing. Muchos de sus títulos son abrumadores, muy significativos en los tiempos que corren y grandes éxitos en sus países de origen. También del formidable compromiso por autores no muy conocides en España, siempre magníficamente traducidos, que llevan a cabo editoriales como Libros del Asteroide, Periférica (‘La avería’, ‘Ballena’, ‘La avenida’, ‘Un día en la vida de un virus’) y Errata Naturae (’Testamento de juventud’, ‘El olor del bosque’, en coedición con Periférica). Y no se pierdan las selecciones de poesía que lleva a cabo Gravitaciones o el vanguardismo que rezuman los increíbles proyectos artísticos de la bilbaína Consonni.
Javier Pintor (Asesor cultural, formador, crítico)
Sé que es muy difícil hacer una lista, y aún más difícil una lista en orden jerárquico, pero, en fin, esta es mi selección para ustedes, a riesgo, como siempre, de dejar fuera títulos también muy relevantes. Pero los que son aparecen son, sin duda, muy recomendables.
- ‘Volver la vista atrás’. Juan Gabriel Vásquez. (Alfaguara). Es para mí una novela total. Creo que lo mejor del año. Una novela de aprendizaje, sobre los lazos familiares, sobre las creencias, las ideologías. Es casi una novela río, que recorre épocas, países, con una temática amplísima, como el salto generacional, el paso del tiempo, la memoria, las ilusiones que se dejan atrás. Maravillosamente escrita, con unos personajes inolvidables.
- ‘Llévame a casa’ (Seix Barral). Jesús Carrasco. Podría ir en primer lugar. Es brillante. Muy evocadora y poética, y transmite una emoción importante, es una novela que te conmueve, que te sacude, algo que algunos consideran negativo a veces, pero yo no, en absoluto. Es una historia sencilla pero profunda. Con novelas así se recupera el gusto por la literatura.
- ‘Hamnet’ (Libros del Asteroide), de Maggie O’Farrell. Magistral y una incursión muy original en el tratamiento de Shakespeare. Hay que recomendar esta obra, una de las mejores del año.
- ‘Los Vencejos’ (Tusquets). Fernando Aramburu. Maravillosamente escrita, a pesar del tema duro y del personaje que puede resultar antipático, claro. Hay personajes extraordinarios aquí, porque Aramburu es un maestro en la creación de caracteres. Un ejemplo es Águeda. Bajo la apariencia destructiva, la novela es un canto a la vida.
- ‘Los abismos’ (Alfaguara), de Pilar Quintana. De nuevo, el universo familiar, muy importante este año, un estudio de las relaciones entre padres e hijos. Una novela introspectiva. Es una historia poderosa, que habla de cómo uno se adentra en las nieblas de la familia y de los lazos que nos atan inexorablemente.
- ‘Queridos niños’ (Anagrama), de David Trueba. Uno de mis autores favoritos. A partir de ‘Tierra de Campos’ hay un salto cualitativo en su literatura. Es una novela en la que se nota el manejo de los tiempos de los guionistas… Es un retrato demoledor de la política, una ‘road movie’ política, con un asesor en plena campaña… Una sátira maravillosa, sin duda.
- ‘Amigos para siempre’ (Tusquets), de Daniel Ruiz. Otra crítica estupenda sobre nuestro paso por el mundo. Ruiz tiene, igual que Trueba, un toque gamberro y divertido. Es la visión de la decadencia, una reunión de amigos que celebran su amistad y que cumplen cincuenta años.
- ‘Las primas’ (Tusquets), de Aurora Venturini. Me gusta el planteamiento, y cómo disecciona la realidad de La Plata en los años 40, su juventud allí, con ánimo corrosivo, desde luego. Todo ello dentro de una familia compuesta por mujeres.
- ‘Humo’ (Galaxia Gutenberg), de José Ovejero. Es un libro desasosegante, muy bien escrito, siempre a la altura de la excelente trayectoria de este autor.
- ‘Sacramento’ (Galaxia Gutenberg), de Antonio Soler. Recrea muy bien ambiente telúrico y tétrico de la posguerra de los años 50, [a través de la extraña e insólita historia del sacerdote Hipólito Lucena].
11.- ‘Buena mar’ (Alfaguara), de Antonio Lucas. Un autor excelente y un tema que toca muy cerca a los pescadores gallegos en el Gran Sol. Un libro que nace de la experiencia directa.
No quisiera dejar de lado en esta selección la importancia del relato, y, en particular, creo que debemos citar a la ecuatoriana María Fernanda Ampuero (‘Sacrificios humanos’, en Páginas de Espuma). Un mundo muy poderoso, violento y oscuro, fronterizo con el terror. En esa línea de la literatura salvaje también recomendaría ‘Esbirros’, de Antonio Ortuño, también en Páginas de Espuma.
Hay un ensayo, ‘La furia de la lectura’ (Tusquets), de Joaquín Rodríguez, que merece mucho la pena. Ironiza sobre la importancia que dedicamos a la lectura en nuestras vidas.
Mercedes Corbillón, (Cronopios, Santiago y Pontevedra)
Siempre quedan cosas por leer y las listas de final de año son siempre segadas, pero con razón o sin ella podemos echar la vista atrás y refrescar las lecturas que más nos han gustado. Por mi parte, disfruté mucho con un buen puñado de novelas, lo último de José Ovejero que salía en enero, ‘Humo’ (Galaxia Gutemberg), una novela ligeramente distópica, bellísima y angustiosa, escrita con una prosa brillante que la literatura, en el gran sentido, sea la gran protagonista. No falla nunca mi admirada Clara Usón, que con ‘El viaje de las palabras’ (Seix Barral) experimenta, como ella acostumbra y mezcla las cuitas de una joven castellana en crisis emocional por un aborto provocado y la historia de la familia de Chéjov, todo con originalidad y maestría.
Como soy muy de Vilas, he subrayado cada página de ‘Los besos’ (Planeta), una novela sobre el amor cuando uno ya hace mucho que fue joven, y escrita con el estilo personalísimo del autor de Ordesa que tiene una mirada poética sobre todas las cosas, puede ser un ósculo o una manzana.
Me he enamorado del protagonista y cínico narrador de ‘Queridos niños’ (Anagrama), la novela de David Trueba que recorre con sus personajes los lugares de una campaña electoral, los físicos y los intelectuales, donde los políticos y sus asesores nos ven como a criaturas maleables.
Una novela deliciosa que no me he cansado de recomendar es ‘Los días perfectos’ (Libros del Asteroide), de Jacobo Bergareche, se degusta como un caramelo, dulce y efímero como los días felices de la pasión.
De las que vienen de otros lugares me quedo con ‘Hamnet’ (Libros del Asteroide), la gran sorpresa del año, un superventas de altísima calidad que convierte en personaje a la familia de Shakespeare.
‘Las gratitudes’ (Anagrama), de Delphine de Vigan es una historia preciosa sobre las relaciones emocionales y vinculantes más allá de la familia.
‘Tienes que mirar’ (Impedimenta), de Anna Stabironets, un relato estremecedor sobre lo que se encuentra una mujer y su pareja cuando se ven obligados a abortar por razones de salud en Rusia.
‘La historia de Shuggie Bain’ (Sexto Piso), de Douglas Stuart está en lo más alto de mi lista. Un novelón duro y emocionante basado en la historia real del autor que narra el amor de un hijo a una madre hermosa y derrumbada por el alcohol en los barrios periféricos de Glasgow en los tiempos duros del Tatcherismo. ¡Imprescindible!
Paco López-Barxas (Escritor e xornalista)
Os libros máis destacados este ano, na miña opinión, abranguen sobre todo o xénero do ensaio. Foi sen dúbida un gran ano para o ensaio. Un xénero do que elixiría dous títulos en castelán: ‘Morderse la lengua’, de Darío Villanueva (Editorial Espasa) e ‘¡Qué bello será vivir sin cultura!’, de César Antonio Molina (Destino).
Son dous ensaios que navegan pola historia dos libros como transmisores de cultura, como reflexión arredor dos avatares da fala e das linguas, como constatación das ameazas que proveñen do mundo dixital, as redes sociais e as novas tecnoloxías.
Na ficción, en castelán, elexiría en primeiro lugar ‘Cuarteto’ (Anagrama), de Soledad Puértolas, catro relatos que de maneira clásica nos falan de amor, ausencias e reencontros. Moi interesante e pracentera foi a lectura de ‘Un día llegaré a Sagres’ (Alfaguara), de Nelida Piñón. Unha das máis grandes escritoras en lingua portuguesa, unha fábula épica na tradición dos grandes navegantes lusos. E por suposto, penso que é de obrigada lectura ‘Yoga’, de Emmanuele Carrère (Anagrama).
Polo que respecta aos clásicos, e dentro das reedicións con motivo do centenario de Emilia Pardo Bazán, é inevitable lembrar a recomendable lectura dunha escolma de relatos de carácter feminista, agrupados baixo o título dun dos seleccionados: ‘El encaje roto’ (Contraseña Editorial). Unha edición prologada por Cristina Patiño Eirín.
Esther Gómez (Librería Moito Conto, A Coruña)
He aquí una lista de los ocho mejores títulos del año que ahora termina en castellano, ya sean originalmente en esta lengua o traducciones.
- ‘Hamnet’. Maggie O’Farrell con la estupenda traducción de Concha Cardeñoso. (Asteroide)
Una ficción que la escritora construye a partir de la tragedia que sacude la vida de William Shakespeare con la muerte de uno de sus hijos. El personaje de Agnes la esposa del dramaturgo en la historia, la fuerza narrativa para contar los vínculos familiares, el papel de las mujeres en la época y la maestría de O’Farrell llevando al lector en dos tiempos que confluyen en un final teatral y emocionante, hacen de Hamnet un libro intemporal que llena de sensaciones la experiencia lectora.
- ‘Yoga’. Emmanuele Carrère. (Anagrama)
Soy fan absoluta de Carrère y de sus narraciones en primera persona que rebosan literatura. Yoga es su libro más personal que inicia con un retiro para la meditación pasando por lo que ocurre en su intimidad introduciéndonos en su aguda depresión y sus demonios interiores y trasladándonos a una isla griega en la que escribe sobre los chicos migrantes sin futuro. Yoga es un libro que no deja a nadie indiferente. Me encanta como juega con los lectores, es imposible saber lo que es realidad o pura ficción.
- ‘Volver la vista atrás’. Juan Gabriel Vásquez (Alfaguara)
A través de las historias familiares del cineasta colombiano Sergio Cabrera, Vásquez nos ofrece la magia de la ficción en una novela de acontecimientos y emociones acompañando a una familia a la que la política ha condicionado sus vidas. ¡Y qué vidas! Dan para varias novelas.
- ‘Encrucijadas’. Jonathan Franzen (Salamandra)
Un pastor en una iglesia progresista en un barrio residencial en Chicago en los años setenta su esposa y sus hijos son algunos de los protagonistas de la última novela de Franzen, uno de los mayores placeres lectores del año. El escritor crea y hace crecer a sus personajes como ningún otro.
5.’ Grand Hotel Europa’. Ilja Leonard Pfeijffer (Acantilado)
Una gran obra en la que se mezcla el pasado y el presente de Europa con una mirada hacia el futuro, en una autoficción en la que el autor se refugia en el Grand Hotel para escribir sobre su fracaso amoroso, uno de los hilos conductores del libro. Rodeado de personajes estrambóticos y con una prosa irónica que pasa por el ensayo cultural y el reportaje, Pfeijffer combina la aventura, el arte, el erotismo, la vieja cultura europea y la ambición china. Un libro que he disfrutado íntegramente, y no me canso de recomendar.
- ‘Desmorir’. Anne Boyer (Sexto Piso)
La poeta Anne Boyer recibe la noticia de que sufre un cáncer de mama de pronóstico grave cuando tiene poco más de cuarenta años. La crisis inicial que supone esta noticia lleva a la autora a escribir un libro de memorias que se escapa de la memoria personal y se convierte en universal, las reflexiones sobre la salud y la enfermedad en nuestra sociedad resultan conmovedoras con un tratamiento muy humano que sacude nuestro mundo capitalista. Un ensayo-joya muy recomendable.
- ‘No-cosas’. Han Byung-Chul (Taurus)
El filósofo especialista en libros breves que habla de lo que ya sabemos todos pero consigue plantearlo de un modo que nos obliga a repensarlo. Afronta en este ensayo la desaparición de los objetos y lo material y nos sitúa en este mundo cada vez más intangible en el que nada es sólido. La obra de Han contra el mundo moderno da lugar al pensamiento y al debate. Igual de admirado que de criticado…. Cada vez que publica todo el mundo lo quiere leer.
- ‘Cómo guardar ceniza en el pecho’. Miren Agur Meabe. (Bartleby Editorial)
La obra original en euskera, que ha recibido el Premio Nacional de Poesía está dividida en seis partes durante las cuales la autora se sitúa en asuntos de gran interés como la inmigración, los crímenes contra las mujeres, la pérdida de los seres queridos, la memoria en su conjunto. Una de las alegrías del año es que Bartleby haya traído este poemario al español, las palabras de Meabe son duras y cálidas a un tiempo y quieres quedarte en su obra.