El choque generacional en las empresas. I

El choque generacional en las empresas. I

Los trabajadores.

No hay duda de que los modelos de trabajo han cambiado. Hace unas décadas, la coexistencia de diferentes generaciones en una empresa solía ser relativamente pacífica, ya que la experiencia y el conocimiento se consideraban un valor incuestionable. Los modos de hacer y de entender pasaban de los más experimentados a los mas jóvenes que los aceptaban con más o menos reticencias, pero en los que el respeto a los que más sabían solía mantenerse sin mucho dramatismo.

Esto venía propiciado porque los cambios en los sistemas de gestión, e incluso en los modelos productivos, se llevaban a cabo con cierta lentitud, lo que daba un margen razonable para adaptarse a ellos. En este momento, la innovación en los modelos de gestión, las novedades tecnológicas y, por qué no, la mejor preparación de los más jóvenes, unida a la velocidad con la que se van produciendo los cambios, hace que esa coexistencia no sea tan pacífica como lo era en épocas no tan lejanas.

Una de las quejas que escucho a menudo, hablando con trabajadores que llevan mucho tiempo en una empresa, es lo que consideran una falta de respeto de los que se incorporan a la organización, en muchos casos a niveles altos, con poder de decisión, por los que se consideran ninguneados. Si eso sucede en los niveles administrativos, cuando se trata de trabajadores de departamentos de producción las cosas se agravan.

No son pocas las empresas familiares que han tenido un crecimiento espectacular en los últimos años, que incluso se han internacionalizado, en las que coexisten el trabajador que lleva treinta años en la empresa, acostumbrado a tener línea directa con el jefe, en la que cualquier problema se arreglaba con una llamada de teléfono, tanto por una parte como por la otra, con los nuevos ejecutivos recién salidos de sus escuelas de negocios.

El problema surge cuando la llamada de teléfono o la conversación informal se convierte en un protocolo de actuación, generalmente manejado por un sistema informático que lo registra todo, que deja fuera los pactos personales con el jefe y que impone modos de gestión y de actuación que a los más viejos del lugar se les escapan por completo.

Surge también, cuando el trabajador que lleva toda la vida haciendo un determinado trabajo es conminado a hacerlo de otra forma por alguien con más estudios, pero con menos conocimientos sobre el producto que se maneja. Es cuando muchos de estos trabajadores empiezan a convertirse en molestos o en conflictivos porque protestan, porque se resisten aceptar las nuevas reglas del juego o porque consideran que su experiencia no se tiene en cuenta. Es cuando la empresa empieza a buscar la manera de deshacerse de ellos.

Carmen Ariza. Mejora Psicología
Photo by Samuel Zeller on Unsplash 

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