Merece la pena ser del Dépor
Ayer fui al gimnasio con la camiseta del Dépor y un señor me preguntó si me merecía la pena seguir siendo aficionada. Me quedé un segundo en silencio y, cuando quise responder, una chica se adelantó a contestarle: “Se nota que nunca has estado en Riazor”. El sábado un gol en el minuto 113 silenció una ciudad entera. La marea blanquiazul se tiñó de negro y el camino al estadio se quedó mudo. Ni la ensordecedora previa en los aledaños…