“¿Por qué no hay un Día del Hombre?”
Hay preguntas que nunca pasan de moda, que sabes que tarde o temprano acabarás escuchando. Tan típicas como tu abuela diciéndote si quieres algo más de postre o tus tías intentando descubrir en la cena de Navidad si tienes “algún nuevo amor”. Algunas, como estas últimas, pueden llegar ser graciosas o a hacerte sentir como en casa. Sin embargo, hay otras que se hacen pesadas. Un claro ejemplo es el que vivimos cada 8 de marzo cuando alguien entona eso…