Alberto Jiménez: “Si no tocamos ‘Mira cómo vuelo’, creo que la gente pide la devolución de la entrada”
Década y media después de empezar a recorrer escenarios de todo el país, Miss Caffeina presenta su quinto disco: ‘El año del tigre’. Pese a esta larga trayectoria y a los muchos temas que ha tratado el grupo en sus distintos álbumes, la banda todavía tiene mucho que decir. Sin miedo al cambio, Miss Caffeina pasa del toque retro de ‘Oh Long Johnson’, a un toque mucho más moderno en el que se adentran, por primera vez, en el reggaeton y el trap.
A escasas semanas de empezar la nueva gira, esto es lo que nos ha contado Alberto Jiménez, cantante del grupo, sobre este lanzamiento.
Hace unas semanas veía la luz ‘El año del tigre’, ¿cómo está siendo la acogida?
Como esta vez hemos estado sacando singles, ha servido como termómetro de la reacción del público y todos han ido muy bien, pero la gente está más acostumbrada a que saquemos un disco. A la salida del disco se ha notado mucho más la reacción positiva del disco. La gente tiene canciones favoritas muy distintas, estamos muy contentos.
Es la primera vez que sacáis adelantos, ¿a qué se debe este cambio?
Fue una cosa que nos propuso la compañía y que no nos convencía mucho, pero nos dimos cuenta de que la industria funcionaba de otra manera. Nos ha servido para mantenernos presentes, pero somos más de disco. A nosotros nos hubieses gustado sacarlo de golpe.
¿Os ha sorprendido el recibimiento de alguno de los temas?, para bien o para mal.
Siempre nos pasa que nos hacemos una idea de lo que le va a gustar a la gente y luego pasa lo contrario. Por ejemplo, ‘Las Vegas’, es el tema favorito de mucha gente. Sabíamos que contaba un historia bonita y que era pegadiza, pero nos ha sorprendido.
‘El año del tigre’, ¿qué significa todo esto del año nuevo chino?
Nosotros no sabemos de que va un disco hasta que juntamos todas las canciones. Entonces, nos dimos cuenta de que hablábamos mucho de no encajar o del síndrome del impostor. Viendo esto, queríamos buscar algo que reflejara ese contraste y pensamos que, el mundo oriental dentro de una ciudad occidental, era un contraste muy grande. Cuando ya lo teníamos todo, vimos que la fecha del disco coincidía con el año nuevo chino y que, además, era el año del tigre, así que todo encajó.
Los primeros temas que vieron la luz fueron “Por si”, “Me voy” y “Punto Muerto”. ¿Por qué estos? ¿Os costó poneros de acuerdo?
No, ha sido todo muy orgánico. Cuando sacamos la primera, con Ana Torroja, todavía no sabíamos lo que venía detrás. Luego, decidimos que ese iba a ser el comienzo y seguimos con ‘Me voy’ porque era la primera vez que explorábamos en el reggaeton y en el trap. Fuimos paso a paso, de forma muy natural.
Precisamente esa colaboración con Ana Torroja es la única del disco. Sé qué sois fieles seguidores de Ana, pero ¿os ha sorprendido al trabajar con ella?
Nos hemos llevado muchas sorpresas, pero todas muy positivas. Ayer estaba hablando con ella con WhatsApp, se ha creado una amistad muy bonita. Aparte de la canción, hemos hecho el videoclip, hemos participado en su gala de Navidad, hemos actuado en uno de sus conciertos de Madrid… nos ha parecido una persona muy cariñosa, muy humilde y, sobre todo, muy generosa. Cuando estábamos grabando el videoclip, el estilista de Ana, se acercó a mí y me dijo “no sé cómo esta colaboración no ha llegado antes”. Hemos encajado a la perfección.
Otra de las canciones que sirvió de carta de presentación para el disco fue “Me voy”. En ella habláis sobre buscar la felicidad en la popularidad, en los likes. ¿Alguna vez os habéis sentido atrapados en esta búsqueda desesperada del like?
En realidad estamos todos atrapados en ellos, sobre todo nosotros que nos dedicamos a este mundo. Aquí, todo el mundo tiene opinión sobre todo y todo el mundo quiere opinar. Cuando yo era pequeño, la magia de los artistas era que desaparecían entre disco y disco y no sabías que había sido de ellos hasta que una revista anunciaba que sacaban disco. Creo que hoy en día, para estar en este negocio hay que dar contenido todo el rato.
Debo confesarte que antes de empezar la entrevista entré en Instagram para saber un poco cuántos seguidores teníais. ¿Creéis que se nos está yendo la olla con esto? Porque a veces parece que si no tienes muchos seguidores no eres nadie.
Muchas veces lo hablamos entre nosotros. Hay artistas que tienen muchísimos más seguidores que nosotros, pero luego hacen un concierto y meten a 300 personas. Y luego, hay grupos que tienen menos seguidores que nosotros en Instagram, pero meten más gente que nosotros. No creo que haya que obsesionarse con eso.
Algunos temas han sido escritos durante la pandemia. ¿Cómo sacabais fuerzas para componer temas animados en un momento de tanta tristeza?
Creo que nosotros nos reímos de todo mucho, hasta de nosotros mismos. Y, si miras las letras de las canciones no son tan positivas, ni tienen tan luz, pero tienen energía. Aunque estés contando cosas tristes, las estás bailando. Eso es algo que se nos da muy bien y da mucha esperanza, es un poco la luz al final del túnel.
El 2 de abril podrán bailar con vuestras canciones en Vigo, ¿cómo os ha tratado Galicia las veces que habéis estado aquí?
Tengo que reconocer que, al principio, nos costó bastante. En Galicia hay mucha cultura de grupo de allí, pero, con el paso del tiempo, nos ha ido mejor. Hemos tocado en todas partes y en todos los formatos y nos ha ido muy bien. Cuando salimos del confinamiento tuvimos que hacer unos pases para que la gente estuviera sentada. Estuvimos dos noches seguidas en Vigo y fueron de los conciertos que recuerdo más bonitos. Había un viento de la ostia (risas), pero fueron muy bonitos.
Hace un rato preguntabais por redes a vuestros fans qué canciones del disco creían que no podían faltar. ¿Tenéis muy en cuenta este tipo de cosas para elegir los repertorios?
Lo que sí hacemos es basar los conciertos en el nuevo disco, pero hay canciones que la gente sabemos que espera que toquemos. Lo bueno que tenemos que ahora es el Spotify for artist, de ahí sacamos canciones que gustan y que la gente está escuchando mucho. Aunque, cuando una canción ya no nos gusta, sí que dejamos de tocarla por mucho que nos la pidan.
¿Qué canción dirías que es el gran himno de Miss Cafeína? Ese tema con el que siempre que saltáis al escenario decís “esto es lo que somos”.
Obviamente es ‘Mira cómo vuelo’. Esa canción nos cambió la vida, es la canción con la que todo el mundo nos reconoce y con la que más energía hay en los directos. Si no tocamos ‘Mira cómo vuelo’, creo que la gente pide la devolución de la entrada (bromea).