Martín García García, el español que ha llegado a la cima del pianismo mundial con 25 años

Hace unos días Martín García García (Gijón, 1996) obtuvo un histórico tercer puesto la XVIII edición del Concurso Internacional de Piano Fryderyk Chopin de Varsovia. Este logro supone una hazaña histórica para el pianismo español, ya que ningún músico de nuestro país había conseguido antes colarse en la gran final. Martín, que todavía sigue asimilándolo, asegura que “no puede estar más contento”.
¿Me podrías explicar un poco sobre la pieza que has escogido para la final? ¿Por qué esta?
Para la final te dan a escoger el Primer concierto para orquesta de Chopin o el Segundo. La elección suele ser el primero, aunque yo escogí el segundo. Los dos son famosos, pero el primero lo es un poco más, así que suele ser el más tocado. Yo me decidí por el segundo porque es más especial. En realidad, Chopin compuso primero el Segundo concierto y después el Primero, y por eso el segundo es mucho más intuitivo y de “amor por la música”. Si la interpretación sale bien, el segundo es más atractivo, puedes hacer sentir al público y al jurado como si volvieran a tener 16 años. Me pareció una decisión un poquito más arriesgada, pero salía ganando.
¿Es esta pieza la que más disfrutas tocando? ¿O hay otros compositores u otras obras del mismo Chopin con las que te sientes más cómodo?
La música es más para los gustos de las audiencias, que para los propios músicos. Es verdad que siempre se acaba teniendo preferencias, pero creo que deberíamos evitarlas. Una vez que nos preferenciamos por algo, estamos dando a entender que nos sentimos más cómodos, y eso no significa que lo estemos haciendo mejor. Deberíamos estar igual de cómodos con todos los compositores y épocas, aunque siempre digo que el músico que no sabe tocar Chopin, Bach o Beethoven es un pianista cojo.
¿Qué es lo más valioso que has aprendido en esta experiencia?
No es tanto aprender como descubrir una audiencia que está en comunión con los artistas y con la música que va a tocar. Es casi un templo del arte estar allí. No tenemos que hablar, solo tenemos que sentarnos a disfrutar. No lo había visto en ningún sitio del mundo, con eso me quedo para toda mi vida.
Supongo que la presión en los instantes previos a salir a tocar debe ser enorme, ¿cómo lo vives tú? ¿Es posible controlar la presión?
Si realmente estamos convencidos de que estamos en un lugar donde estamos mostrando nuestros respetos hacia algo que va más allá de nosotros mismos, no hay presión. Después de tanto trabajo mental, sé que no soy yo contra la audiencia o contra el mundo. No hay diferencia entre la audiencia y yo, los dos estamos haciendo algo, solo que yo soy el hilo conductor de lo que está pasando. Estamos ahí para escuchar otra cosa, no a Martín García García.
Y, ¿cómo es día cualquiera para ti? ¿Podrías resumirme una jornada contigo?
Cambia mucho, porque depende de si tengo concierto o no. Pero, un día normal en Nueva York empieza un poco tarde, soy más nocturno. Así que, sobre las diez o las once me levanto y desayuno. Después, estudio hasta las dos o las tres. Hago un descanso de una hora o dos, y luego vuelvo a estudiar hasta las nueve de la noche. A partir de ahí, preparo la cena y a dormir. Es un poco comer, tocar, comer, tocar y dormir. A veces no tengo tiempo ni para disfrutar de un juego o un libro, es una vida dedicada a la música.
Supongo que te lo habrán preguntado mil veces pero, ¿por qué el piano?
Fue un poco de suerte. Sí que es verdad que llega un momento donde tengo que decidir, pero me venía un poco dado. Fue la suerte de encontrarme a mis primeros profesores (Natalia Mazoun y Ilyá Goldfarb) con 5 años y que vieran que yo podía dedicarme a esto toda la vida. Ellos, junto con mis padres, tuvieron la tarea más difícil. Y yo, nunca me lo pensé dos veces, siempre tuve la cabeza muy clara en este sentido.
Para acabar, antes hablaste un poco del público que fue a ver ese concurso, ¿crees que en España hay ese mismo gusto o respeto por la cultura? ¿Por qué se ven tantas noticias relacionadas con fútbol o reality shows, y muy pocas relacionadas con un logro como el tuyo?
La verdad es que, sinceramente, no hay ese “nivel cultural” y ese amor por el arte. No hay esas ganas que vi en Varsovia. Me gustaría poder cambiarlo, sobre todo después de esto, que creo que ya tendré algo que decir al respecto. Estoy seguro de que la gente tiene muchas ganas de ver algo de calidad en la música. En España tenemos la sangre muy caliente, lo tenemos muy fácil en este sentido. Así que pasará, estoy seguro. Además, la música es muy posible que te cambie la vida de alguna manera, es lo más valioso de la humanidad.
Llegar a tener “amor por el arte”. Un reto a batir para los españoles que empieza así, dando visibilidad a talentos musicales como Martín García.
2 comentarios sobre “Martín García García, el español que ha llegado a la cima del pianismo mundial con 25 años”
Q gusto leer este tipo de entrevistas!
Son geniales.
Que gran noticia!! Talento joven y español por el mundo