¿Y ahora qué? ¿Van a venir los extraterrestres a por nosotros?
Esta es la pregunta que, desde hace unos meses, nos llevamos haciendo muchos de nosotros. Una pandemia mundial, cinco variantes de Covid, una erupción volcánica, un asalto al Capitolio y una tormenta de nieve después ya no sabemos qué puede ser lo siguiente. Ha sido todo tan rápido que seguramente nunca lleguemos a asimilarlo, o si…
Es increíble la capacidad de adaptación del ser humano. Cuando nos llega una adversidad, en seguida logramos ponernos de pie y seguir caminando. Somos capaces de aprender a vivir con ello, aunque el dolor y las condiciones sean prácticamente inhumanas.
Recuerdo los primeros días de confinamiento, cuando nadie entendía nada y todos asegurábamos que no aguantaríamos dentro de nuestras casas una semana más. Todos estábamos tan seguros de nuestras palabras que nunca hubiéramos podido imaginar que, unos días después, estaríamos adaptados a nuestra nueva vida. que lograríamos ser felices en ese sitio que poco antes nos parecía una cárcel.
He escuchado varias veces la misma frase: “para mí no fue tan malo el confinamiento, se me pasó bastante rápido”. ¿Rápido? ¿Cómo dos meses encerrados en casa pudieron pasarse rápido?
Pero así fue. Aprendimos a vivir entre cuatro paredes. Fuimos capaces de coger el suficiente aire por la ventana de la cocina o de aprovechar al máximo el espacio de la alfombra del salón como para mantenernos vivos. Conseguimos redescubrir las fiestas de cumpleaños, los jueves universitarios, las comidas familiares, las rutinas de trabajo y hasta las clases de los más pequeños. Todo desde nuestras casas y en cuestión de días.
Lo mismo nos pasó al salir. Nos parecía de locos que nuestros días tuvieran como hora límite las once de la noche, que los bares estuvieran cerrados, que los viajes fueran cosa del pasado y que mirarnos a la cara viendo más allá de una mascarilla fuera casi un delito. Nos parecía de locos hasta que nos acostumbramos. Hasta que las cenas pasaron a ser a las ocho, los cañas a las seis y las universidades a distancia.
Y así con todo. Con el Covid y sus nuevas variantes, con la erupción de la Palma y el asalto al Capitolio en Estados Unidos, con la histórica Filomena en Madrid y con todas esas catástrofes que ahora suenan mucho menos catastróficas en nuestras cabezas.
Ahora ya nos adaptamos a todo, ahora ya nada nos sorprende lo suficiente.
Y eso está bien, porque hay que aprender a bailar aunque llueva y el suelo resbale. Pero no todo es normal, ni merece ser normalizado. Porque no puede volver a pasar que 219 muertes en veinticuatro horas nos parezcan pocas. 219 muertes en veinticuatro horas.
Un comentario sobre “¿Y ahora qué? ¿Van a venir los extraterrestres a por nosotros?”
Lamentablemente la adaptación es una obligación y la reflexión una actitud. Buen artículo para lo segundo.