Docencia semipresencial: Salvación de unos, perdición de otros

El 1 de marzo los estudiantes de la Universidad de Santiago volvieron a clase. La vuelta se produjo por la notable mejoría de la situación sanitaria. Este regreso a las aulas supone retomar el modelo de docencia semipresencial que ya se aplicó durante el primer cuatrimestre.
En plena celebración del primer aniversario del Covid, no podemos olvidar la tan sonada semipresencialidad. Esa que, como tantas veces hemos oído, ha salvado la educación y formación de tantos jóvenes.
Un modelo que ha ido cambiado y que ha mejorado con el paso de los meses. Tanto que hoy se “presume” de su eficacia. Pero, ¿es este tan perfecto como lo pintan?
En esta última vuelta, la Xunta de Galicia decidió retrasar el regreso a los centros siete días para llevar a cabo un cribado masivo entre sus alumnos. Solo el primer día, 2.000 estudiantes acudieron a realizarse la prueba. De los cuales, tan solo dos, dieron positivo.
Aunque, según los datos recogidos por el Sergas, casi la mitad de los citados decidieron no acudir a realizarse la prueba. Muchos de ellos critican que el método escogido haya sido la prueba de antígenos. “Me parece ridículo hacer test de antígenos, no tienen suficiente fiabilidad” asegura Rodrigo Roca, Estudiante de Derecho y Relaciones Laborales. Eso sí, también hay quien aplaude la iniciativa, como Mercedes Molinero (estudiante de Psicología), que asegura que le parece “una medida increíble”.
Sin embargo, la mayor parte de las críticas no apuntan al cribado, sino a la docencia. Ángel Mediano, estudiante de Filosofía, opina que la docencia presencial es algo muy importante para el alumno. “Podemos disfrutar, al menos un poco más, de lo que solemos llamar ‘la vida universitaria’”, añade.
Un sentimiento que comparte Laura Gómez, estudiante de Educación Infantil y Primaria. Ella confiesa lo duro que es llevar varias semanas sin poder socializar con los compañeros, recalcando que más duro aún es “volver a una semipresencialidad constante donde apenas hay clase normal”.
Críticas que, en muchos casos, señalan directamente a la organización. Cristina Castro, estudiante de Medicina, bromea con que los horarios están hechos creyendo en el teletransporte. “Quieren que los alumnos se teletransporten desde sus casas a clase con solo 10 minutos de descanso que muchos profesores no respetan”, explica.
Una organización a la que se dirige también Rodrigo. Él asegura querer ir a clase y encontrarse con problemas como este: “hay mucha gente que quiere ir a clase y está en casa, mientras que la gente a la que le toca ir no va porque no quiere”.
Otra crítica que se repite es la obligatoriedad de la asistencia. Muchos alumnos no están de acuerdo con que, acudir o no de forma presencial a clase, pueda afectar a sus notas. Mientras los profesores se respaldan en que la USC es una universidad de docencia presencial, los alumnos aseguran que debería darse la opción de dar todas las materias desde casa. Algo con lo que concuerda Cristina, “la situación está muy fea y la gente debería poder elegir, cada uno tiene su situación personal” defiende. Un tema que lleva siendo motivo de disputa desde que se inició un curso marcado por la pandemia.
Quejas que ponen en duda un sistema que, tal vez, no sea tan perfecto como parece. O que, simplemente, no ha conseguido adaptarse a las necesidades de una parte importante del alumnado.
Con todo, la buena noticia es haber podido recuperar un poco de esa tan codiciada “normalidad”. Mientras, todo sigue cambiando y mejorando de cara al nuevo objetivo con el que se encuentra la comunidad universitaria: acabar el curso, de forma segura, en esta (im)perfecta semipresencialidad.
2 comentarios sobre “Docencia semipresencial: Salvación de unos, perdición de otros”
Nunca llueve a gusto de todos. Me parece importantísimo que quiera y pueda asistir a clase lo haga. Con medidas de seguridad, deberíamos devolver un poco de normalidad a los jóvenes.
Lo están pasando mal…….
Como en todo lo referente a esta situación las opiniones son diversas. Ojalá pronto se restablezca la normalidad para todos. Ahora mismo la opción es acabar el curso del modo que sea posible. Ánimo!!!